Lesbian Single directa al “OlaGirls”: ¡Decidido!

Capítulo 1:

No es ningún secreto. Desde que el mundo empezó a hacer “open mind”, y empezaron a surgir este tipo de eventos de congregación lésbica, he sentido curiosidad por ir a uno de ellos. No porque espere algo concreto, ni porque no tenga otras opciones de ocio en mi ciudad, sino porque una parte de mí seguirá siendo esa adolescente cuya única referencia lésbica de su ciudad aparecía en la sección erótica de la biblioteca pública, y es la misma que alucinó y se sintió aliviada, la primera vez que vio series como  “Queer as folk” o  “The L Word”. De ahí que este tipo de cosas, llamen mi curiosidad y atención.

El caso es, que a pesar de llamarme, la vida fluía, el tiempo pasaba, y por “H” o por “B”, siempre había un “no”.

Las seguidoras de mi blog habrán notado que algo en mi vida ha cambiado desde hace meses. Escribo menos, he estado más callada y cuando he hablado… bueno, ha sido por necesidad. Y es que la vida cambia, y  a veces mas que darte una vuelta, te pone con el culo mirando para arriba y la cabeza tragando tierra, entonces es cuando te das cuenta que o sigues llorando, o aprendes a patalear hasta salir del hoyo, porque sinceramente… ¿quién quiere comer tierra y no disfrutar más de mirar el sol? ¡Nadie! Al menos no yo… ¡Calpe, espérame que voy!

Me levanté una mañana cualquiera, iba en el tren y volvió a saltar un correo en mi buzón móvil.

 “Aprovecha y compra ya tu pack para disfrutar del encuentro internacional lésbico de este año en Calpe. Disfruta de excursiones, talleres, gastronomía, playa y fiestas… el 5, 6 y 7 de Junio en el OlaGirls”

Lo leí, consulté la web. Ya lo conocía, ya lo había visto y tenido en mente vagamente como tantos eventos recibidos años atrás, pero esta vez, por primera vez tras dieciséis años, era yo sola. “Sola”. Mi primer instinto fue escribir a una amiga, proponérselo porque algo dentro de mí me decía, que quería ir de verdad. Los miedos o los retos, siempre parecen más fáciles cuando se comparten, y en ese momento no me platee otra opción.  Mi amiga, por motivos de trabajo me dijo que le parecía inviable para ella, y algo en mí de pronto se desinfló.

-       -  ¿Pero por qué no vas tú, sola? Yo sé que quieres ir –me dijo-

-       -  Bueno, quiero ir, pero ¿sola? ¿Qué hago yo ahí como “alma de cántaro” entre tanta lesbiana?

-       -  jajaja… ¿ser una más?

-      - jajaja… bueno sí, ser una mas, pero no sé… Es que esto no es como una excursión programada a Roma. Aquí va a haber mucha mujer suelta y reunida.

-       -  ¿Y qué pasa? ¿Van a comerte?

-       -  Bueno, no… claro que no -(me sentí idiota total, por si os sirve de algo)-

-       -  O tal vez sí… jajaja

-       -  Si me dices eso, ya si que no voy.

-       -  jajajaja…

Tras un rato más de charla, me di mil excusas que tranquilizaran mi conciencia para no ir, pero pasó una semana, y aún mis ganas seguían ahí. Me apetecía disfrutar de la experiencia, me veía haciendo las excursiones, disfrutando de la playa, no sabía si conocería a mucha o poca gente, pero me sentí de pronto segura de mí, y hacía tanto que no lo estaba que su fuerza me impactó. Tardé otra semana más en marinarlo, mis apoyos acérrimos me escucharon y apoyaron sin empujarme a ninguna decisión, y entonces pasó. Desperté, enchufé el ordenador, y compré mi “OlaGirls pack Single” (y que de p… madre me suena ahora).

No sé que pasos daré de aquí allí. Me hace mucha ilusión esta nueva aventura, y la parte de mí que constituye “Sage” anda como revolucionada, mientras “Rosana” se agarra los nachos porque sabe que vendrán curvas y la razón va a ser cuestionada. Es divertido volver a sentirme así, y pase lo que pase, quiero disfrutarlo.

¡Bienvenidas al programa de OlaGirls! Si alguien más se apunta… ;-) ¡Comienzan mis andanzas!


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