“DIBUJADA EN MI MENTE" (TOMO 2)
(Fanfic escrito para el foro Maca &; Esther –Hospital Central-, por Sageleah)
DESCRIPCIÓN:
Una estudiante de bellas artes con gran talento y una inocencia casi mágica, se adentrará en la edad adulta hipnotizada por una estudiante de medicina mayor que ella y un abismo de vivencias que las separan. Juntas descubrirán los claros-oscuros que la pasión y el amor encierran, en un relato donde el crecimiento personal y la lucha por ser uno mismo, combate con el equilibrio de forjar una unión entre dos mujeres, sus anhelos y sus miedos.
68
Amsterdam.
Kate las escuchó entrar riendo en la casa y supo que su momento de
tranquila lectura había concluido.
-
¿Kate? –la llamó Esther-
-
En el salón –contestó ella mientras la
esperaba-.
Esther entró como un vendaval en la habitación dejando caer su mochila en
el suelo de cualquier forma, deshaciéndose con prisas de su gorro, bufanda y
abrigo hasta apilarlos con descuido en una silla, mientras sus manos y su boca
no dejaban de gesticular incansables. A Kate le encantaba contemplarla cuando
lo hacía, su juventud y su energía eran maravillosas, especialmente cuando se
le veía tan feliz como en los últimos días. Poder contar con una amiga, había
sido todo un bálsamo para Esther, Kate se daba cuenta de ello y de muchas más
cosas. Sus profundos e inquietos ojos azules observaron las reacciones de Alex,
que seguía incansable los movimientos de Esther, sonreía con y para ella
mientras le contestaba, y reprimía el tocarla más de la cuenta… Kate sonrió por
ello, los lazos de la atracción eran toda una inspiración para ella.
-
En serio, deberíamos ir… -le decía Esther-.
-
¡Ni de coña! –se negaba Alex-.
-
jajaja… sólo a ver, ¿no tienes curiosidad? Yo
sólo conozco a los que me habéis llevado en Madrid… podrías hacerlo por mí –le
proponía Esther, mientras tomaba a Alex de los hombros y la miraba de cerca-… o
por Meike…jajaja…
-
¿Otraaaa vezzzzzzzzz? Mira que te ha dado la
perra con el tema, eh… jajaja… -Alex se separó de Esther, tenerla tan cerca la
inquietaba-.
-
¿Se puede saber de qué habláis? –se metió en la
conversación Kate-.
Esther se sentó de rodillas a su lado en el sofá.
-
De ir a un pub al que una alumna ha invitado a
Alex. Creemos que es de ambiente… jajaja… bueno, casi seguro… -a Esther le daba
la risa cada vez que pensaba en el tema, sobretodo porque a Alex parecía
inquietarle bastante-. ¿Por qué no se lo cuentas?
Alex le lanzó una mirada asesina que acabó en un estallido de risas por
parte de Esther, la cual le explicó a Kate sus teorías sobre la alumna que
había estado coqueteando con Alex esa misma tarde.
-
¡Cada día te superas, eh! Esta vez sólo has
tardado una semana en conseguir que se cuelguen de ti, enhorabuena –dijo Kate
poniéndose en pie y achuchando a Alex-.
Alex se encogió de hombros como si no pudiera hacer nada, y su mirada y
la de Kate se entendieron sin palabras. Esther se les quedó mirando, las
palabras de Kate insinuaban que no era la primera vez que aquello pasaba. Hasta
que no vio sus gestos de complicidad no se dio cuenta de que la relación entre
ambas era mucho más estrecha de lo que ella se hubiera imaginado.
-
Ha sido una tontería, no es nada, estoy segura
–le explicó Alex-.
-
Claro que no –contestó Kate-, de todas formas no
creo que sea tan mala idea que vosotras dos salgáis un poco de fiesta. No
quiero que Esther vuelva a España tras este curso y tenga la sensación de haber
estado recluida, es hora de que salga con alguien más próxima a su edad para
variar.
Las dos miraron a Esther a la vez, y por primera vez se sintió intimidada
por ambas.
---
Madrid.
Al final Maca y Verónica salieron a cenar y de fiesta. A pesar de que el
ambiente del pub donde trabajaba Maca por las noches era el que más les
gustaba, optaron por salir por otra zona para que Maca pudiera estar tranquila
y no se sintiera obligada a saludar cada dos por tres. Por suerte, Verónica pareció renacer con la
idea, y estaba de muy buen humor. Vestirse para la ocasión y sentirse sexy
había dado un empujón a su autoestima maltrecha en los últimos días. A la una y
media de la madrugada ya estaban a full en la pista de baile, las dos habían
conseguido rodearse de un grupo de chicas con ganas de pasarlo bien, y Maca
disfrutó de no tener la tensión propia del coqueteo. Era curioso cómo en tan sólo
un año habían cambiado sus intereses nocturnos. Pensó en Esther y en lo que
estaría haciendo… había podido hablar tan sólo un instante con ella para
contarle que saldría aquella noche, por lo visto Esther también iba a salir de
fiesta y estaba muy ilusionada, a Maca no le había dado tiempo a enterarse muy
bien de la conversación porque Verónica había salido de la ducha de sopetón y
tuvo que indicarle por señas rápidamente que hablaba con Esther para que no se
delataran. Ahora se arrepentía de no haberle prestado atención, pero sobretodo
de tener que estar ocultándole que Verónica vivía en su casa.
Amsterdam.
Esther regresó
riendo a la mesa donde tenían las copas tras casi una hora intensa de baile.
Alex había procurado no perderla de vista, aunque Meike, la alumna que las
había invitado al local, la había tenido entretenida presentándole a gente y
entablando conversación con ella.
-
jajaja… -Esther tomó aire entre risas, y luego
bebió un trago de su copa-. Madre mía, entre que la música está un poco alta y
que mi inglés cojea un poco, no pillo a más de una… y no veas cómo lo
aprovechan aquí para arrimarse.
-
¡Ya, ya me he dado cuenta! –le contestó Alex que
aprovechó su llegada para escabullirse de la alumna-.
Esther miró por
encima de su hombro y entendió el tono de “me lo dices o me lo cuentas” de Alex,
la cual se arrimó bastante a ella. Sonrió ante la idea de ver tan de cerca como
pretendían ligarse a su amiga y lo mucho que parecía incomodar a Alex. La
verdad es que las veces que habían salido todas juntas por Madrid, nunca la
había visto irse con ninguna chica, y no es que a Alex no se le acercaran. Era
tan alta como Maca, llevaba el pelo corto y rubio tirando a castaño claro, un
cuerpo andrógino de cintura estrecha y brazos largos, además tenía unos pechos
bonitos y generosos, aunque nada exagerados, que solían llamar la atención en
sus camisetas desenfadadas, hasta Esther se había percatado de ello en más de
una ocasión, y eso que ella no era mucho de fijarse en esas cosas. Sin embargo
si se había fijado en su rostro, en conjunto Alex estaba muy bien, pero su cara
sobresalía del resto, pues era increíblemente guapa, no atractiva, sino guapa a
rabiar con esa cara angelical de piel blanca, nariz pequeña y proporcionada,
labios carnosos con sonrisa ancha y dientes perfectos cuando sonreía. Sus ojos
eran de un verde pulido, tan brillantes resaltados por sus largas pestañas, que
era difícil no fijarse en ellos. El rostro de Alex tenía una belleza y una
inocencia cautivadoras, y ahora que lo tenía tan cerca de pronto le entraron
unas ganas locas de dibujarlo.
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario