Porque nunca me has fallado,
porque tu amor ha sido incondicional y constructivo,
porque me has dejado tomar mis propias decisiones
aunque no te gustaran o sufrieras por ellas.
Porque aunque seamos tan diferentes
nos une el respeto.
Porque me diste dos hermanos maravillosos,
porque unes nuestra familia día a día.
Porque siempre estás, siempre
y aunque a veces eso también nos crispa,
se que jamás estaré sola.
Porque tus ejemplos forman parte de mis rasgos
y tu amor, me guarda y atesora.
Podría dar mil razones de por qué te quiero,
y no sólo es porqué seas mi madre.
Más simplemente voy a callarme
y a seguir intentando demostrarte,
que tú siempre serás y eres ese pilar en mi vida
inquietante y a la vez tan importante
que jamás quisiera que me falte.
Tu hija.
No hay comentarios:
Publicar un comentario