“DIBUJADA EN MI MENTE" (TOMO 2)
(Fanfic escrito para el foro Maca y Esther –Hospital Central-, por Sageleah)
DESCRIPCIÓN:
Una estudiante de bellas artes con gran talento y una inocencia casi mágica, se adentrará en la edad adulta hipnotizada por una estudiante de medicina mayor que ella y un abismo de vivencias que las separan. Juntas descubrirán los claros-oscuros que la pasión y el amor encierran, en un relato donde el crecimiento personal y la lucha por ser uno mismo, combate con el equilibrio de forjar una unión entre dos mujeres, sus anhelos y sus miedos.
87
Madrid.
Maca se levantó
con una energía como hacía tiempo no sentía. Las clases apenas le pesaron, y
cuando entró para cubrir su turno en el hospital estaba fresca como una rosa
pese a no haber descansado demasiado. Saber que volvería a ver a Esther muy
pronto, la mantenía feliz. Sólo imaginar su cara de sorpresa cuando la viera
entrar por la puerta, hacía que se le erizaran los pelos de la nuca. Maca ya se
había puesto en contacto con Kate, la cual estaba encantada con la idea y la
mantendría al corriente de la dirección, el día y de quién iría a recogerla al
aeropuerto. Por suerte para ella Kate tenía bastantes amigos en Londres y se
ocuparía de todo.
Eran casi las
siete de la tarde cuando al salir de quirófanos y sentarse un rato en la sala
de descanso vio una llamada perdida de Esther. Se extrañó. Ellas nunca se
llamaban a los móviles, normalmente se dejaban mensajes con la hora en la que
estarían en casa para conectar el skype o hablar desde el fijo. Sacó de su
cartera una tarjeta precarga para llamar al extranjero. Marcó la numeración y a
continuación el número fijo de Esther para saber lo que pasaba.
-
¿Diga?
-
Hola cariño, ¿me has llamado? –preguntó
inmediatamente Maca al reconocer la voz de Esther al otro lado del auricular-.
-
¡Maca! –susurró-
A Esther por un
instante le flaquearon las rodillas tras escuchar su voz. No había reconocido
la numeración larga que aparecía en el identificador de llamada, y no se la
esperaba. Después de haberle dado vueltas al asunto durante un día entero, había
decidido afrontar el asunto directamente con ella. Su nerviosismo la había
hecho llamarla sin darse cuenta que aún estaría trabajando. Por lo visto al ver
la llamada perdida Maca se había alarmado.
-
Eh sí…
-
¿ha pasado algo? ¿Estás bien? Me ha extrañado
que me llamaras al móvil tan temprano sabiendo que no estoy en casa.
Maca claramente
estaba nerviosa, y Esther se lamentó por preocuparla. Luego recordó que no era ella
la que tenía que dar explicaciones, y se recompuso.
-
No, estoy bien… pero si ha pasado algo, si
quieres lo hablamos cuando llegues a casa –le dijo-
Maca frunció el
ceño extrañada, Esther sonaba muy rara.
-
Esther, ¿ocurre algo? ¿qué es lo que ha pasado?
–insistió Maca-.
-
¿no lo sabes? –Esther sin darse apenas cuenta
empezó a ceñirse la armadura del rencor-.
-
¿yo? ¡no te entiendo!
-
¿no tienes nada qué contarme? –sólo pensar en
Verónica la enfurecía, y aprovechó aquel hecho para no dejarse llevar por la tristeza
de la traición que sin aviso la doblegaba-.
Maca se quedó un
poco fuera de juego, ¿es que acaso Kate se había ido de la lengua y le había
contado la sorpresa? Dudó por un instante, pues Esther parecía enfadada. ¿Acaso
no quería que fuera a visitarla?
-
¿algo sobre Verónica? –le espetó Esther viendo
que Maca callaba-.
-
¡Verónica! –a Maca apenas le salió un hilo de
voz. De pronto le sudaron las manos y tuvo que sentarse de nuevo en una silla
para que no le fallaran las piernas. “Mierda… lo sabe”, pensó-. ¿Cómo te has
enterado?
-
¿eso es todo lo que se te ocurre decirme?
–Esther no podía creérselo, Maca ni siquiera lo negaba, lo estaba asumiendo sin
más. Un nudo atroz se instauró en su estómago-.
-
¡No, Esther! Lo siento, no…. no te dejes cegar
por los celos, por favor, no es lo que tú te piensas. Sólo estoy echando una
mano a una amiga, nada más….
-
¡¡¿Cómo?!! ¿A eso llamas tú echarle una mano a
una amiga? ¡PERO QUÉ COÑO ME ESTÁS CONTANDO, MACA! –Esther estaba alucinando
por momentos, y un fuego abrasador fue trepando hasta su cara haciéndola
rugir-.
Maca se quedó
desconcertada por la furia de su reacción. ¿Tan mal le parecía a Esther que
pudiera echarle una mano a su amiga en un momento tan duro como aquel? Su falta
de confianza en ella, le dolía enormemente, en parte por ello no había querido
afrontar el problema y hablar con Esther sobre el tema, tenía miedo de que su
reacción celosa dejara al descubierto su falta de confianza y el reproche de su
vida pasada. Algo que Maca no podía cambiar, y aun así, Dios cómo dolía verse
bajo la injusta mirada recriminatoria que hacía que Maca no se sintiera a su
altura.
-
Escúchame… no sé cómo te has enterado, pero iba
a contártelo yo en breve, sólo que estos meses han sido un puro infierno y no
sé, todo se ha complicado…
-
¿meses? –a Esther apenas le salió la voz. Una
sensación de vértigo le hizo sentarse. Verónica y Maca llevaban meses liadas,
no se lo podía creer. Maca ni siquiera la oyó-.
-
Un par de días antes de que te marcharas en
Navidad, Verónica me confesó que le habían diagnosticado cáncer de mama, y
estaba tan desolada y tan perdida, que no pude negarme a ayudarla… soy médico y
es mi amiga, no podía dejarla en la estacada, no conforme estaba que ni se
quería operar… -siguió hablando Maca y Esther entró en un bucle de desconcierto-.
-
¿Vero tiene cáncer? –preguntó totalmente
aturdida-.
-
No, ya no. La operaron y ha estado recibiendo
radioterapia hasta hace poco –Maca evitó mencionar la ayuda de su madre en todo
aquello, porque no quería involucrar a su suegra en aquel problema. Lo que
Encarna le contara a Esther era cosa suya. No se excusaría bajo su abrigo de
apoyo en aquel asunto-, por eso la acogí en mi piso. No conoces a su familia, no
se entienden, no tenía dónde acudir y quise hacerme cargo de su cuidado.
Entiéndeme, no es lo que tú te crees, sólo somos amigas… no podía dejarla en la
estacada frente a esto. Sé que debería haberte dicho antes que estábamos
compartiendo piso, pero es que no quería que te preocuparas, sé que Verónica no
es de tu agrado… apenas os conocéis.
Esther no pudo procesar toda aquella información de golpe. La enfermedad
de la rubia, que Maca y ella vivían juntas desde hace meses, la ocultación de
toda aquella información durante tanto tiempo… Por un momento su instinto más
primario recordó la imagen explosiva de Verónica moviéndose en la pista de
baile, sus labios sobre su novia, su risa que hasta a ella le había parecido
maravillosa, y la imagen de la única cama que había en el piso de Maca resbaló
por su memoria jugándole una fatídica pasada.
-
Dormís juntas desde hace meses –susurró Esther
casi sin aliento, totalmente ida por el shock recibido en sólo dos días-.
-
¡Oh, Dios mío! No puedo creerme que sólo te importe
ese detalle. Verónica y yo sólo somos amigas, ni siquiera nos hemos puesto una
mano encima… ¿es acaso así cómo me ves? ¿cómo alguien incapaz de controlarse,
que se tira a todo lo que tiene cerca? –a aquellas alturas, el agobio de Maca
hizo que estallara-.
-
No soy yo la que tiene un largo currículum de
amantes de una noche en su haber –le lanzó aquel dardo envenenado Esther,
furiosa. Sus dientes estaban tan apretados como sus puños. Ya no había rastro
de aquel llanto desolado en ella, saber que Maca era capaz de mentirle tan
descaradamente, que Maca y Vero habían estado tonteando a sus espaldas de
seguro durante tantísimo tiempo, sacó una parte de ella que desconocía-.
Maca se quedó
totalmente petrificada en su asiento por la última acusación de Esther. Aquella
daga que sin piedad acababa de clavarle la dejó dolida en lo más profundo y sin
apenas fuerzas para continuar.
-
Ya veo… -dijo Maca sin apenas voz-.
-
Maca, Cruz te anda buscando –las interrumpió de
pronto una compañera de trabajo de Maca-.
-
Enseguida voy –indicó-. Te tengo que dejar,
estoy trabajando –le anunció a Esther, de todas formas ahora mismo no tenía ni
fuerzas ni ganas de seguir aquella conversación. Se sentía decepcionada por la
reacción de Esther frente a la situación que estaba viviendo, y aunque no podía
culparla por estar enojada tras enterarse después de tanto tiempo de aquella
forma de que Verónica vivía con ella, aquello no la excusaba para que le
hiciera daño atizándole un golpe tan bajo como el que acababa de darle-.
-
Sí, tú siempre tan ocupada. No te molesto más
–le dijo Esther a modo de reproche y le colgó el teléfono-.
Maca cerró los
ojos y se frotó la frente cansada mientras se dejaba caer hacia atrás en su
asiento. Respiró profundamente pensando en por qué todo había ido tan mal.
“Quieres que ella confíe en ti, pero tú no has confiado en ella al no contarle
lo de Verónica a tiempo”, se reprochó a sí misma y volvió a incorporarse en el
asiento decidida a llamarla de nuevo para pedirle perdón y suavizar las cosas.
-
Uf, por fin te encuentro –Cruz la interrumpió
desde la puerta-. Necesito que vengas conmigo, hay una operación de urgencia en
pediatría, entro en quirófano ya. ¡Vamos!
Maca se quedó
con el móvil en la mano mirando como Cruz emprendía de nuevo el paso a la
espera de que la siguiera. Tardó unos segundos en poder reaccionar, pero lo
primero era lo primero… así que se levantó de la silla, apagó de nuevo el móvil
y lo guardó en su bolsillo, siguiendo rápidamente a Cruz por el pasillo, para
intentar ayudarla a salvar una vida.
Amsterdam.
Cuando Alex
entró por la puerta de casa supo que algo marchaba mal. La música sonaba
fuertemente en el estudio, hasta tal punto que nadie la escuchó cuando avisó de
que ya estaba allí. Soltó sus cosas y se dirigió hacia la gran sala, y allí
frente a un caballete Esther se estaba peleando con un cuadro que casi
apuñalaba con la espátula.
-
Ho… Hola –saludó tímidamente Alex, pero Esther
no la escuchó debido al ruido y lo enfrascada que estaba, así que se dirigió a
la cadena de música y bajó el volumen. En cuanto lo hizo, Esther se giró hacia
ella como si la sacaran de golpe de un sueño-. Hola, ¿estás bien?
-
¿qué si estoy bien? – Esther se repuso de la
sorpresa, pero no de la pregunta, y se volvió de nuevo hacia su cuadro. Cada
vez que pensaba en qué Maca le había estado ocultando que vivía desde hace
meses con Verónica, y todo lo relacionado a ella, un fuego abrasador le trepaba
hasta las orejas quemándola de forma sobrehumana-. ¡Y yo como una idiota, aquí…
pensando en ella! ¡Imbécil! ¡Soy una imbécil!
Escupió Esther
frente al cuadro, mientras apretaba los dientes impotente y aplastaba una mezcla
de amarillo contra el lienzo. Los gestos se volvieron repetitivos y bruscos,
tanto que Alex se vio en la necesidad de detenerla.
-
Eh… eh… -la paró Alex sujetándole la mano-. Creo
que deberías soltar esto, acabarás haciéndote daño –le aconsejó calmadamente
mientras le quitaba la espátula que casi ya había doblado Esther estampándola
con violencia sobre la tela-.
Esther se dejó
hacer, estaba furiosa, triste y agotada. No entendía nada, y lo que llegaba a
comprender era una auténtica mierda que la desolaba. Maca estaba viviendo con
Verónica, le había ocultado lo de su enfermedad y todo lo referente a aquella
parcela de su vida, la había engañado y mentido descaradamente en su cara
diciéndole que no tenía nada con la rubia, que eran sólo amigas…. “JA… y una
mierda, ¿cómo puede ser tan cínica? ¿Es que tan poco le importo? ¿Cómo puede
comerse la boca con Verónica en el pub, delante de todas, y decir que sólo son
amigas?”, pensaba Esther con gran furia mientras todo a su alrededor se
tambaleaba.
-
Esther, ¿qué ha pasado? –Alex se vio en la
obligación de agarrarla de la cara para que se miraran. Esther parecía estar
muy lejos de allí en aquel momento-.
-
Está viviendo con ella, Alex… desde hace meses
comparten piso y no tengo ni puta idea, ni valor para preguntarle desde cuándo
están enrolladas –le soltó Esther-.
-
Oh, cielos… -a Alex aquella información la cogió
desprevenida. No confiar en Maca era una cosa, pero que la cosa fuera tan en
serio con aquella otra era bien distinto-. ¿Te lo ha dicho ella? ¿Cuándo habéis
hablado?
-
Hace un rato, y no me lo ha negado, simplemente
me ha dado más motivos para no confiar en ella. ¡Por Dios Santo! ¡Sabía que la
visita de Verónica en Navidad no podía ser mera coincidencia! Qué bien ha
sabido utilizar la escusa de su enfermedad para atrapar a Maca… le ha salido todo
rodado.
-
Espera, ¿qué enfermedad? –Alex trataba de ligar
las palabras de Esther con lo ocurrido-.
-
A Verónica le diagnosticaron cáncer de mama en
Navidad, y Maca se ha estado ocupando de ella cómo si no tuviera a nadie más en
el mundo. ¿Te parece normal eso? ¿qué una ex con la que te has montado tríos, y
has vivido la vida loca se instale en un piso que sólo tiene una cama durante
meses, en lugar de quedarse rodeada de su familia para pasar ese mal trago? ¡Es
que no se lo cree nadie!... bueno, nadie no…. la tonta de mi novia por lo visto
sí. A Maca se ve que le convenía sentirse la única persona capaz de ayudarla… o
es que es incapaz de dormir sola y ha decidido esperarme entre sábanas
calientes.
Esther se
embalaba, estaba cegada completamente por aquella tempestad que ni siquiera
sabía de dónde procedía, y no quería entrar en razón. Una vez agotado el
llanto, sólo tenía ganas de pelear, de pegar patadas, de rugir, de hacer daño… de
hacerle daño a ella, a Maca, por no haber sido sincera con ella desde el
principio, por ocultarle a Verónica, por haberla besado y a saber cuántas cosas
más habían hecho que no le confesaba. A Maca, por partirle el corazón de
aquella forma, empujarla a aquel abismo en el que sus pies parecían no tener
equilibrio y sus emociones estaban al rojo vivo. Quería hacerle daño por no
luchar por ellas, por no resistirse, por no importarle. Porque cada vez que
recordaba las palabras de amor y ánimo que se decían a través de la red, ahora
no podía evitar pensar en que cada noche había dormido al lado de Verónica
mientras ella, sola, soñaba con estar entre sus brazos.
Continuará...
No quise decirlo en semana "santa" pero te pasaste y te odio!!
ResponderEliminarBesos corazón :D
jajaja... no "remugues" tanto, que sé que además de estar esperándolo, te gusta.
Eliminar;) Kisses pa ti!
Más encima te recochineas ....como dice tu amiga T ¡Seras perra! ;-)
EliminarYa está liado el bollodrama... :-P
ResponderEliminarTotalmente! jajajaja...
Eliminargracias por el comentario y la compañía que genera.
;-)
hmmm aca la unica q le pude llamar "perra" impunemente soy yo!!!!!
ResponderEliminarcuidadin!!!!!!!!!!!!!!!!!! ;)